Estamos aquí para desaprender las
enseñanzas de la iglesia, el estado
y nuestro sistema educativo.

Estamos aquí para tomar cerveza.

Estamos aquí para matar la guerra.

Estamos aquí para reírnos del destino
y vivir tan bien nuestra vida que
la muerte tiemble al recibirnos

Charles Bukowski...

11 noviembre 2009

El Rey siempre está por encima del pueblo

Después de la borrachera más cara de la historia (al menos de mi historia) tuve que ir a Huancavelica a comprar lentes nuevos. Pensé que el caminar sin lentes (con medida) me iba a resultar muy jodido, puesto que yo me he vuelto dependiente de ello, si no los tengo me angustio, me siento inútil. Pero no sucedió así, he estado caminando muy tranquilo por la calle sin llevarlos.



La transacción fue rápida y barata (por suerte para mí) como ir a un ramerío de quinta y pagar por una puta que era más fea de lo que imaginabas. Mientras esperaba los 40 minutos necesarios para que esté lista mi droga óptica fui a visitar a un amigo a la Villareal. El trabaja ahí, o eso es lo que dice. Estuvimos hablando, yo le conté de mi noche, de mis golpes y desvaríos, él de que va a asistir esta semana a un coloquio de literatura ahí mismo en la Villa y que espera encontrarse con un veterano escritor que hace algún tiempo fuimos a entrevistar. Yo me reía de su emoción de quinceañera, aunque en el fondo yo también lo estaba (no como quinceañera claro está). Hablamos un rato más y quedamos en reunirnos para tocar guitarra en una de estas semanas. Nos despedimos y me dirigí por la Nicolás de Piérola (que con todos los huecos que le han hecho está un caos al igual que mi cabeza) rumbo a la óptica.



Después de recoger los lentes salí por Miroquesada, quería ir a la imprenta de El Comercio a comprar unos comics que me faltan, pero era hora de almuerzo y no había nadie. Seguí caminando, dos cuadras más adelante me detuve a ver unos libros que un tío estaba vendiendo. Estuve chequeando y encontré un libro de Eduardo Galeano (Úselo y tírelo), yo quería leer desde hace tiempo a este pata, pregunte cuanto estaba.

-12 soles, te lo dejo a 10 si te lo llevas.
-Haber dejame ver que más hay pues.
Seguí revisando y encontré Espejos del mismo Galeano.
-¿Y este?
-Quince, pero te lo dejo a 12…
-Mmm
-Ya mira te dejo los dos a 20

No me decidía aún, seguí viendo los libros y encontré uno que me llamó también la atención: “El Rey siempre está por encima del pueblo”, de Daniel Alarcón. Yo ya había leído de la existencia de este pata en un artículo de El Comercio publicado hace 3 años. Alarcón había publicado recién “Guerra a la luz de las velas” (War by Candlelight) y estaba por publicar “Radio Ciudad Perdida” (Lost City Radio).



“Alarcón, nacido en Perú, se mudó a Estados Unidos poco antes de la época de Sendero Luminoso, y fue criado desde los 3 años en Birmingham, Alabama, estudiando en el colegio Indian Springs en el condado Shelby en Alabama. Está graduado en antropología por la Universdad de Columbia, ha estudiado en Ghana y fue profesor durante dos años en Nueva York.
Le concedieron recientemente una beca Gugenheim, nominándole como "uno de los 21 novelistas jóvenes americanos" (GRANTA, Reino Unido) y uno de los 39 novelistas latinoamericanos (Bogotá, Colombia).
En mayo de 2007 fue invitado a formar parte de una Embajada cultural estadounidense, con la misión de recorrer el Oriente Medio presentando sus obras.”

Lo interesante es que él escribe historias en inglés que parecen estar ambientadas en una ciudad como Lima. La prosa es ágil, directa. Las historias parecen fluir sin ningún tipo de traba.Compre el libro de Alarcón y Espejos de Galeano. Ya me termine “El rey…” y ahora empezaré con Espejos. Les recomiendo esos dos libros, cuando puedan consíganselos.

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