La noche se presenta silenciosa,eso es muy
raro en esta ciudad.Voy caminando por la
larga avenida,sintiendo que la gente pasa
a mi costado,pero no les presto atención.
Solo estoy enfocado en ella,en encontrarla,
en sentirla cerca otra vez.
En mi marcha escucho a un grillo cantar y
luego a otro responder.¿Será su compañera?
me pregunto.Todo está tranquilo,insisto,
eso es muy raro acá.La luna ha salido y se
ha vuelto a ocultar detrás de juguetonas nubes
con formas amorfas.
Ya me falta poco,pero he comenzado ha temblar,
el corazón me late cada vez más rápido y he
pensado en abandonar mi propósito.Pero no me
lo perdonaría ,claro que no.Tan cerca y
renunciar ¡No! Prometí estar con ella hasta
el final.
Por fin he llegado, salto la alta reja reja
con puntas.Mierda,me he cortado el brazo,pero
eso ya no importa.Avanzo rápido,cada vez más
rápido,ahora corriendo por el césped.La veo
a lo lejos,cuando llego a ella me derrumbo,
abrazo la fría lápida y me pongo a llorar
como un niño.
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