Algunas anotaciones sobre el Viernes 5pm en la Plaza San Martín
(Más abajo está la invitación original)
- ¿Por qué “Cuaresma”? ¿Ustedes son religiosos? ¿Eres Rafael Rey, Buda?
No, no soy Rafael Rey (a mí sí me gustaba El Chavo del Ocho). No hace falta ser católico apostólico romano para entender el sentido de la Cuaresma: la espera de cuarenta días antes de que algo importante vaya a ocurrir en el mundo.
Eso que va a ocurrir es el final de un gobierno marcado por la corrupción de inicio a fin. Es el final de un gobierno que nos ha reiterado hasta la náusea que estos han sido los mejores años del país, y de pronto nos encontramos con más de cien conflictos sociales en todo el Perú. Es el final de un gobierno que ha dado prioridad a unos ciudadanos (más inteligentes, de primera clase) sobre los otros, primitivos, ignorantes, de segunda y tercera categoría.
Cuarenta días para que se vaya y, a la vez, para que empiece a investigarse claramente lo que ha sido este constante nido de corrupción.
- ¿Una marcha contra la estatua? ¿No hay cosas más importantes sobre qué marchar?
Primero, no es una marcha. Lo que vamos a hacer es una concentración; vamos a reunirnos, vamos a hacer uso de una plaza como se solía hacer siempre: como espacio de reunión y conversación. Vamos a presentar este gran acto que hemos llamado Cuaresma. Vamos a recordar, a revisar los casos más graves que han ocurrido en este gobierno, para que no pasen impunes, para que no se nos olvide así nomás, para que no hagan como hoy que han archivado el caso de Barrios, el vivo (el de la indemnización de ESSALUD).
Entonces, no es sólo la estatua. ¿Tú querías ser un Voto Vigilante? Empieza a practicar. Si queremos que el próximo gobierno entienda que no nos pasee con cualquier caso de corrupción, empecemos desde ya a mostrar que podemos recordar y reclamar. Que tenemos voz y que sirve. Esto no puede ser sólo en elecciones.
- ¿Pero con tan poco tiempo? ¿No va a ser un fracaso luego del #26M?
El #26M fue una marcha organizada con semanas de anticipación. Nosotros (junto a quienes estén interesados) vamos a convocar una NUEVA MARCHA en Fiestas Patrias, para despedir a Alan García como se merece, y para recibir al nuevo gobierno con la advertencia de que los votos recibidos NO SIGNIFICA un cheque en blanco y que ellos son nuestros representantes, y deben su misión a todos nosotros. Pero eso será más adelante. Justamente este viernes empezaremos a ordenarnos para ello.
- ¿Qué? ¿No tienen nada que hacer? ¿Ya no se cansaron de marchar? ¿Hay que protestar por todo acaso?
Cine Pacífico, domingo, 10.30pm, proyección de X-Men, primera generación. La película se cortó a los 20 minutos de iniciada la función. Pasaron diez minutos más (¡DIEZ!) para que a alguien se le ocurra ponerse de pie y salir a reclamar a la administración. Y no es que el resto de la sala estuviera calmo, para nada. Pero el tema se resolvió y se proyectó de nuevo la película (esta vez in interrupciones).
Cuento esto porque me recordó que, en gran medida, la mayoría de nosotros solemos actuar como esos otros asistentes al cine: nos solemos quejar desde el asiento.
Ya estoy cansado de eso.
Una reunión al aire libre para dialogar con otros ciudadanos sobre maneras de frenar en algo esta impunidad no debería fastidiar a nadie (excepto a los interesados en que sigamos lerdos y en silencio).
No sé, pero estoy segurísimo que si nadie hubiera dicho nada sobre el traslado de Fujimori a Neoplásicas, si lo hubiéramos asumido en silencio y como algo normal, hoy el indulto sería una muy cercana realidad.
- ¿Qué hay que llevar? ¿Cómo se puede ayudar? ¿Qué debemos hacer?
Pues simplemente asistan y escuchen a quien tenga que decir algo, ofrezcan ideas sobre cada punto si es que tienen algo sólido en mente. Empecemos con las propuestas de cómo avanzar este “memorex de Alan García” para los siguientes 40 días.
Por ejemplo, tras convocar esta vigilia, he recibido material inédito de Bagua. No sé por qué la he recibido (saldrá en los próximos días, asumo), pero será una manera de seguir manteniendo presente el tema entre nosotros. Le agradezco a quien me lo ha hecho llegar.
Vayan. Participen. Colaboren incluso con la organización (cuidando hasta la basura que dejemos). Que se vea un acto cívico respetuoso, pero firme. Que sea oportunidad para dejar un mensaje al presidente que, felizmente, ya se va. Oportunidad también para entablar lazos. Y, claro, empezar a preparar esa nueva gran manifestación que haremos en julio.
Este es un primer paso. Ojalá podamos conocernos y planear mejor, en conjunto, los próximos. Y dejemos de quejarnos desde el asiento.
“Si vamos a vigilar a Ollanta como vigilamos a Alan, vamos mal”, acabo de leer.
Nada más cierto.
BDN.